11 de Agosto
Habíamos quedado a las 9:00 para ir al triángulo de oro. Primero pasamos por el pueblo fronterizo de Mae Sai donde hay un mercado en la frontera con Birmania donde venden productos muy económicos y también artesanía birmana y mucha baratija china (p.ej gafas de sol 100b, reloj de mujer 150b). Dimos un paseíto y de nuevo al coche, hacia el triángulo de oro.

No tardamos mucho en llegar, unos 45 minutos. Nos subieron a una montaña para ver una panorámica del río ´Mekong, con Birmania a un lado y Laos al otro. Nos hicimos una foto con unas niñas lisu muy graciosas que nos cantaban "una foto ten b por favor".

Despúes nos preguntó el guía si queríamos coger una barca rápida que nos pasara por el río hasta la costa birmana para ver el casino, (en Tailandia está prohibido el juego, es de un tailandés que lo ha montado allí). Luego nos llevaron a Laos, donde bajamos un rato porque había un mercado muy interesante. Vendían sobre todo licor con una serpiente dentro, monedas, billetes y sellos de los países de la zona. (Compramos billetes de Laos nuevos por 60b, un collar y unas pulseras muy bonitas por 120b y lacoste a 130b).

Volvimos a Tailandia en lancha y nos llevaron a comer a otro chiringuito con buffet donde también comimos muy bien, sobre todo el wan tan y el pescado en salsa dulce.
Ya de nuevo en ruta nos quedaban tres horas más de camino. El chófer nos echó el asiento para atrás para dormir, (ya nos lo podía haber dicho antes) y Félix durmío un poco. Yo escuché música y leí. Cuando faltaba más o menos una hora paramos en un mercado de un pueblecito pequeño llamado Maekajand y allí vimos grillos vivos, culebras, el pescado vivo, frutas y verduras...en fin, muy curioso, pero la atracción éramos nosotros.
Una hora después estábamos en Chiang Mai, sobre las 18:00. Estábamos destrozados y a mí me dolía la cabeza. Estuvimos reorganizando un poco las maletas, descansando y sobre las 21:00 nos duchamos y nos fuimos al Night Market a recoger el cuadro. Yo realmente me encontraba fatal, si no llega a ser por el cuadro no vamos. Paseando, vimos muchísimos más productos, entramos al verdadero Night Market, donde está la plaza con la comida. Allí compramos seis muñecos antistress por 100b y un jabon tallado precioso en una caja de madera por 100b también.
Después recogimos el cuadro, que estaba clavado a la foto, y descubrimos que se les puede mandar las fotos por e-mail y ellos te mandan el cuadro por correo aéreo por sólo 300b más.
Entramos a otro centro comercial enfrente del que habíamos comprado el cuadro y las últimas compras de Custo, y parecía un poco más lujoso. Se llamaba Kalare. Allí a parte de tiendas y tenderetes también hay varios restaurantes, entre ellos un restaurante de pescado fresco alucinante donde se come de lujo por cuatro duros. Como yo no estaba muy católica y me daba náuseas la comida tai, pedí una témpura de gambas que estaba exquisita y unos bocaditos de pescado (más flojitos), y Félix un pad tai de pollo y unas almejas en salsa picante. Nos salió todo por unos 500b y las raciones eran gigantes. Nos hicimos una foto con la pecera de langostinos.

Al terminar dimos una vuelta por el Kalare, pero ya estaba casi todo cerrado. También allí había pintores y uno de ellos estaba haciendo sólo los ojos de unas fotos. Quedaba precioso y también le cogimos una tarjeta.
Fuimos paseando hasta el hotel. Yo tenía migraña y como al día siguiente no teníamos que madrugar nos fuimos a dormir con la intención de levantarnos tarde...
Habíamos quedado a las 9:00 para ir al triángulo de oro. Primero pasamos por el pueblo fronterizo de Mae Sai donde hay un mercado en la frontera con Birmania donde venden productos muy económicos y también artesanía birmana y mucha baratija china (p.ej gafas de sol 100b, reloj de mujer 150b). Dimos un paseíto y de nuevo al coche, hacia el triángulo de oro.
No tardamos mucho en llegar, unos 45 minutos. Nos subieron a una montaña para ver una panorámica del río ´Mekong, con Birmania a un lado y Laos al otro. Nos hicimos una foto con unas niñas lisu muy graciosas que nos cantaban "una foto ten b por favor".
Despúes nos preguntó el guía si queríamos coger una barca rápida que nos pasara por el río hasta la costa birmana para ver el casino, (en Tailandia está prohibido el juego, es de un tailandés que lo ha montado allí). Luego nos llevaron a Laos, donde bajamos un rato porque había un mercado muy interesante. Vendían sobre todo licor con una serpiente dentro, monedas, billetes y sellos de los países de la zona. (Compramos billetes de Laos nuevos por 60b, un collar y unas pulseras muy bonitas por 120b y lacoste a 130b).
Volvimos a Tailandia en lancha y nos llevaron a comer a otro chiringuito con buffet donde también comimos muy bien, sobre todo el wan tan y el pescado en salsa dulce.
Ya de nuevo en ruta nos quedaban tres horas más de camino. El chófer nos echó el asiento para atrás para dormir, (ya nos lo podía haber dicho antes) y Félix durmío un poco. Yo escuché música y leí. Cuando faltaba más o menos una hora paramos en un mercado de un pueblecito pequeño llamado Maekajand y allí vimos grillos vivos, culebras, el pescado vivo, frutas y verduras...en fin, muy curioso, pero la atracción éramos nosotros.
Una hora después estábamos en Chiang Mai, sobre las 18:00. Estábamos destrozados y a mí me dolía la cabeza. Estuvimos reorganizando un poco las maletas, descansando y sobre las 21:00 nos duchamos y nos fuimos al Night Market a recoger el cuadro. Yo realmente me encontraba fatal, si no llega a ser por el cuadro no vamos. Paseando, vimos muchísimos más productos, entramos al verdadero Night Market, donde está la plaza con la comida. Allí compramos seis muñecos antistress por 100b y un jabon tallado precioso en una caja de madera por 100b también.
Después recogimos el cuadro, que estaba clavado a la foto, y descubrimos que se les puede mandar las fotos por e-mail y ellos te mandan el cuadro por correo aéreo por sólo 300b más.
Entramos a otro centro comercial enfrente del que habíamos comprado el cuadro y las últimas compras de Custo, y parecía un poco más lujoso. Se llamaba Kalare. Allí a parte de tiendas y tenderetes también hay varios restaurantes, entre ellos un restaurante de pescado fresco alucinante donde se come de lujo por cuatro duros. Como yo no estaba muy católica y me daba náuseas la comida tai, pedí una témpura de gambas que estaba exquisita y unos bocaditos de pescado (más flojitos), y Félix un pad tai de pollo y unas almejas en salsa picante. Nos salió todo por unos 500b y las raciones eran gigantes. Nos hicimos una foto con la pecera de langostinos.
Al terminar dimos una vuelta por el Kalare, pero ya estaba casi todo cerrado. También allí había pintores y uno de ellos estaba haciendo sólo los ojos de unas fotos. Quedaba precioso y también le cogimos una tarjeta.
Fuimos paseando hasta el hotel. Yo tenía migraña y como al día siguiente no teníamos que madrugar nos fuimos a dormir con la intención de levantarnos tarde...
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