15 de Agosto
Nos levantamos a las 8:00, no porque queramos madrugar, sino porque la guía nos había citado por lo de las excursiones y no sé que rollo de los billetes de avión(lo podía haber mirado el día anterior). En fin, desayunamos con vistas al mar. El buffet está mejor que en el resto de hoteles.
A las 9:30 la guía nos comprueba los billetes para decirnos lo que ya sabíamos de los billetes de avión y contratamos una excursión de snorkel en Koh Tao por 1500b.
De allí nos fuimos directos a la piscina sobre las 10:00. Aunque es pequeñita la tenemos casi para nosotros sólos. El hotel es muy exclusivo y tiene pocos clientes. Casi todo el mundo está en una zona cercana a la playa debajo de las sombrillas, después entenderíamos por qué. Estuvimos casi todo el rato nadando y luego nos dimos un paseíto por la playa y nos bañamos. Hacia la izquierda del hotel la playa está mejor y no tiene tanto coral. Esa zona está llena de los típicos bungalows de madera que alquilan por cuatro duros a los mochileros y también había un chiringuito bastante hippie.
Volvimos al hotel y nos tomamos unos cócteles en el bar de la piscina, Félix una piña colada y yo una especie de cóctel de frutas, por unos 200 b cada uno. Nos bañamos otra vez y tomamos el sol unos cinco minutos y nos fuimos...menos mal, cuando llegamos a la habitación estábamos rojos como gambas.
Nos pegamos un baño y nos fuimos a comer al restaurante del hotel. Pedimos una ensalada de noodles, (que picaba mucho, parecemos nuevos) y dos panes de pita con salsa de licor y pollo tandoori. Todo estaba para chuparse los dedos.
Nos echamos la siesta y sobre las 18:30 nos fuimos a la carretera a coger un taxi hasta Chaweng a ver que había. Nos costo 250b y la verdad es que había distancia. Cuando llegamos nos quedamos flipando: miles de tiendas, pubs megamodernos, restaurantes de todos los estilos, desde lo más lujoso a lo más sencillo, bancos, taxis y furgonetas, vendedores acosándote para que entres en las tiendas...no me lo esperaba así, pero nos gustó.
Ahí dimos rienda suelta a la locura de las compras. Es un poco más caro que en otros sitios, pero hay mucha oferta. Compramos una camiseta Billabong para mi por 200 b (por error del regateo, ya que salimos por ese precio), dos bañadores Billabong por 400 b cada uno y dos camisetas diesel de bebé por 150b cada uno, un vestido por 200 b, una camiseta puma para mi por 150b y un salero que no llegó a los 100 b, también unas chanclas y unas sandalias para Félix.
Cenamos en un sitio llamado Moon Walker salmón, pad tai y una ensalada un poco mala. Nos costó 900b. Después cogimos un taxi y tras regatear con varios no llevaron al hotel por 250 b.
Nos levantamos a las 8:00, no porque queramos madrugar, sino porque la guía nos había citado por lo de las excursiones y no sé que rollo de los billetes de avión(lo podía haber mirado el día anterior). En fin, desayunamos con vistas al mar. El buffet está mejor que en el resto de hoteles.
A las 9:30 la guía nos comprueba los billetes para decirnos lo que ya sabíamos de los billetes de avión y contratamos una excursión de snorkel en Koh Tao por 1500b.
De allí nos fuimos directos a la piscina sobre las 10:00. Aunque es pequeñita la tenemos casi para nosotros sólos. El hotel es muy exclusivo y tiene pocos clientes. Casi todo el mundo está en una zona cercana a la playa debajo de las sombrillas, después entenderíamos por qué. Estuvimos casi todo el rato nadando y luego nos dimos un paseíto por la playa y nos bañamos. Hacia la izquierda del hotel la playa está mejor y no tiene tanto coral. Esa zona está llena de los típicos bungalows de madera que alquilan por cuatro duros a los mochileros y también había un chiringuito bastante hippie.
Volvimos al hotel y nos tomamos unos cócteles en el bar de la piscina, Félix una piña colada y yo una especie de cóctel de frutas, por unos 200 b cada uno. Nos bañamos otra vez y tomamos el sol unos cinco minutos y nos fuimos...menos mal, cuando llegamos a la habitación estábamos rojos como gambas.
Nos pegamos un baño y nos fuimos a comer al restaurante del hotel. Pedimos una ensalada de noodles, (que picaba mucho, parecemos nuevos) y dos panes de pita con salsa de licor y pollo tandoori. Todo estaba para chuparse los dedos.
Nos echamos la siesta y sobre las 18:30 nos fuimos a la carretera a coger un taxi hasta Chaweng a ver que había. Nos costo 250b y la verdad es que había distancia. Cuando llegamos nos quedamos flipando: miles de tiendas, pubs megamodernos, restaurantes de todos los estilos, desde lo más lujoso a lo más sencillo, bancos, taxis y furgonetas, vendedores acosándote para que entres en las tiendas...no me lo esperaba así, pero nos gustó.
Ahí dimos rienda suelta a la locura de las compras. Es un poco más caro que en otros sitios, pero hay mucha oferta. Compramos una camiseta Billabong para mi por 200 b (por error del regateo, ya que salimos por ese precio), dos bañadores Billabong por 400 b cada uno y dos camisetas diesel de bebé por 150b cada uno, un vestido por 200 b, una camiseta puma para mi por 150b y un salero que no llegó a los 100 b, también unas chanclas y unas sandalias para Félix.
Cenamos en un sitio llamado Moon Walker salmón, pad tai y una ensalada un poco mala. Nos costó 900b. Después cogimos un taxi y tras regatear con varios no llevaron al hotel por 250 b.
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